PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO EN GESTANTES
El ejercicio físico durante el embarazo regula y mantiene la condición física tanto de la madre como del bebé. Sin embargo, deben considerarse algunas situaciones especiales antes de comenzar a practicar ejercicio físico durante ésta etapa, teniendo en cuenta los diversos cambios anatómicos y funcionales que presenta el organismo de la madre gestante.
Según Casajús y Rodríguez (2011) dentro de las modificaciones anatómicas y fisiológicas producidas por la situación del embarazo, se destacan:
- Aumento del peso corporal: lo cual disminuye la capacidad de la mujer de mantener los ejercicios.
- Relajación articular: la progesterona y la relaxina favorecen la laxitud de las articulaciones aumentando el riesgo de padecer luxaciones y esguinces.
- Postura corporal: el centro de gravedad se desplaza hacia anterior por lo cual la madre debe compensarlo generando una lordosis lumbar.
- Cambios cardiovasculares: aumenta el gasto cardíaco y más aún en actividades en que la mujer deba mantener su peso corporal.
- Cambios respiratorios: aumento del volumen respiratorio por minuto y el consumo de oxígeno.
- Cambios metabólicos: el embarazo y el ejercicio requieren un alto consumo de energía
- Cambios en la temperatura corporal: el ejercicio aumenta la temperatura corporal hasta los 39°C
Respecto a la prescripción del ejercicio en la mujer gestante se deben tener el cuenta parámetros como:
Intensidad: la cual debe ser moderada, que permita mantener una conversación.
Se opta por llevar un ritmo cardíaco máximo de 60-70% para mujeres que eran sedentarias antes del embarazo. 60-90% de la FC para aquella mujeres que desean mantener su forma física durante el embarazo. Se valora mediante la escala de Borg entre valores de 6 - 20, con una máxima intensidad de 12 y 14.
La mejor manera de controlar la frecuencia cardíaca es, sin lugar a dudas mediante la
utilización de un pulsómetro.
Duración y frecuencia: 15 minutos para mujeres que eran previamente sedentarias antes del embarazo, 3 - 4 veces por semana y aumentar posteriormente a 30 min 5 veces por semana.
Las actividades más recomendables son la caminata, programas de actividad física conducidos (gimnasia, biodanza, pilates, etc), actividades acuáticas, bicicleta.
En entrenamiento de la fuerza puede realizarse con pesas en un programa enfocado en el mantenimiento de la fuerza y el tono muscular.
El trabajo correspondiente a la flexibilidad se debe llevar a cabo especialmente en la vuelta a la calma, teniendo en cuenta no incluir posiciones operativas forzadas en los ejercicios y no
mantener excesivamente los tiempos de estiramiento de cada zona.
Algunas consideraciones del entrenamiento en ésta población para eliminar riesgos potenciales incluyen, no entrenar a elevadas temperaturas o ambientes muy húmedos, con el fin de evitar cuadros de hipertermia (temperatura corporal superior a 38º C).
evitar actividades en las que se generen movimientos bruscos y posiciones de tensión muscular extrema, tales como:
• Atletismo (especialmente fondo y ultrafondo).
• Deportes de combate.
• Fútbol.
• Jockey (en todas sus modalidades).
• Rugby.
• Submarinismo (alto riesgo fetal).
• Surfing
BIBLIOGRÁFIA
Casajús, J.; Rodríguez, G. (2011). Ejercicio físico y salud en poblaciones especiales. Exernet. Recuperado de:
EFECTO DEL EJERCICIO FÍSICO AERÓBICO SOBRE EL CONSUMO DE OXÍGENO DE MUJERES PRIMIGESTANTES SALUDABLES. ESTUDIO CLÍNICO ALEATORIZADO
El ejercicio físico durante el embarazo es esencial para estar ágiles y activas, además, la actividad física presenta beneficios tanto en el plano corporal como en el emocional: mejora la postura, la circulación, el sistema cardiorespiratorio, evita las várices, los dolores de cintura, el exceso de peso, etc. y mejora el estado de ánimo, ayudando a superar los altibajos característicos de esta etapa, ayuda a disminuir las molestias físicas del embarazo y favorece a una mejor recuperación después del parto.
Según Robinson Ramírez Vélez, Ana Aguilar de Plata, Mildrey Mosquera Escudero, José Ortega, Blanca Salazar, Isabella Echeverri, Wilmar Saldarriaga Gil, en su artículo de Efecto del ejercicio físico aeróbico sobre el consumo de oxígeno de mujeres primigestantes saludables. Estudio clínico aleatorizado. El embarazo es un estado fisiológico que se caracteriza por grandes cambios hemodinámicos como aumento de la frecuencia cardíaca en reposo, aumento del gasto cardíaco y disminución de la resistencia vascular periférica. Esta última parece estar mediada en gran parte, por un aumento de la vasodilatación dependiente del endotelio (VDE), la cual ha sido asociada con el incremento de la producción de óxido nítrico (NO), principal sustancia vasodilatadora producida por el endotelio vascular.
El VO2max, expresado en valores absolutos, aumenta entre el 15 y el 20% durante el embarazo, mientras que si se relaciona con el peso corporal se mantiene o se incrementa ligeramente conforme avanza la edad gestacional, Sin embargo, durante el embarazo las gestantes usualmente disminuyen la actividad física influenciado en parte por cambios fisiológicos en los sistemas cardiovascular, respiratorio y endocrino, todo lo cual sumado a la variación en el centro de gravedad produce que se alcance precozmente la sensación de agotamiento durante el ejercicio físico. Además, algunas embarazadas y sus familias podrían estar influenciadas por creencias culturales que sugerirían que disminuir la actividad física sería beneficioso para la salud de la gestante y del feto.
El objetivo de este artículo fue evaluar, en mujeres primigestantes saludables, el efecto del ejercicio aeróbico sobre el consumo de oxígeno, lo realizaron por medio de un estudio clínico aleatorizado en 64 mujeres saludables, primigestantes, entre 16 y 20 semanas de gestación. Dividieron y realizaron la investigación por medio de 2 grupos, el primer grupo llamado, grupo de intervención que eran mujeres que realizaron el ejercicio aeróbico entre el 50% y 65% de la frecuencia cardíaca máxima, durante 45 min, 3 veces por semana durante 16 semanas. Y el segundo grupo, llamado grupo control, que eran mujeres que realizaban actividad física habitual. Realizaron mediciones por medio del consumo de oxígeno (VO2max) por prueba de caminata de seis minutos y antropometría para peso, talla y ganancia relativa de peso.
Plantearon como discusión que el parámetro cardiovascular asociado al incremento del VO2max, refleja mejor capacidad física en las gestantes que realizaron ejercicio aeróbico, lo cual podría reflejarse como factor protector en las actividades de la vida diaria, disminuir el ausentismo laboral y mejorar la calidad de vida durante el embarazo. El incremento el VO2max sugiere mejor aporte sanguíneo de la madre a la placenta, mayor entrega de oxígeno y nutrientes al feto.
Su conclusión fue que La práctica regular de ejercicio aeróbico y controlado mejora la capacidad física en mujeres gestantes. Por esta razón, intervenciones como esta podrían ser una alternativa temprana y efectiva para fortalecer la prevención de patologías durante el embarazo asociadas al sedentarismo
BIBLIOGRAFIA
Ramírez,R. Aguilar,A. Mosquera, M. Ortega,J. Salazar,B. Echeverri,I. Saldarriaga,W. (2011). Efecto del ejercicio físico aeróbico sobre el consumo de oxígeno de mujeres primigestantes saludables. Estudio clínico aleatorizado. Revista colombiana de obstetricia y ginecología. vol 62. N 1. recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=195222491003
REALIZADO POR:
ANGIE KATHERINE MENDEZ
GERALDINE MARTINEZ
GISEL QUIÑONES
MARIA FERNANDA ROJAS
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ANGIE KATHERINE MENDEZ
GERALDINE MARTINEZ
GISEL QUIÑONES
MARIA FERNANDA ROJAS

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